Este es el escenario en el que se establece el contacto entre los actores principales -el cliente y las máquinas-, como explicó Marco Toti, responsable de las salas de exposición de Biesse en Pesaro.
¿En qué consiste su trabajo y el del equipo en la sala de exposición?
"Estoy a cargo de la coordinación de las actividades: Distribuyo las diferentes tareas entre los chicos de la sala de exposición, y gestiono las peticiones de nuestros vendedores y concesionarios con respecto a las visitas de los clientes y los tipos de demostración a proporcionar. Hemos calculado que casi el 50% de los clientes que visitan el Centro Tecnológico y participan en una demostración van a hacer una compra. Esta cifra es extremadamente alta, y sólo sirve para demostrar el grado en que todos en Biesse, desde el director de ventas Federico Brócoli hasta la jerarquía, creen en el poder de la sala de exposición: el lugar definitivo para que los clientes vean y toquen el producto, donde técnicos expertos y capacitados que pueden escuchar sus necesidades los acompañan durante todo su viaje".
Un equipo de nueve personas trabaja diariamente en esta misión y, ante todo, ofrece un conocimiento exhaustivo de todas las tecnologías disponibles.
"Exactamente. Todas nuestras marcas tienen una persona de referencia, y los centros de trabajo en particular tienen 3 personas dedicadas, debido a que las demostraciones de estas tecnologías suelen ser las más frecuentes, y son las más complejas. Cada miembro del equipo está obligado a mantener las máquinas en perfecto estado, tanto en lo que respecta a las funciones técnicas como a la estética, asegurándose de que siempre estén listas para realizar una demostración. Personalmente, también me ocupo de los pedidos, y de la gestión de los materiales: aquí en la instalación, gestionamos algunos de los materiales más comunes, pero a petición específica, hay un área dedicada para los clientes que quieren comprar herramientas también. También apoyamos a nuestras sucursales en ferias o eventos internos".
Contacto entre el cliente y Biesse: el Centro Tecnológico es donde esto se lleva a cabo físicamente, de una manera diferente cada vez.
"Cuando los clientes entran en la sala de exposición, normalmente ya tienen una oferta en mano, y a veces más de una - pueden no estar seguros todavía del tipo de máquina que mejor se adapta a sus necesidades, y como tal, visitan la sala de exposición para eliminar cualquier duda que quede. La decisión no se basa únicamente en el rendimiento, sino también en variables que pueden parecer "secundarias" a primera vista, como la cantidad de espacio que ocupará la máquina cuando se instale en la instalación a la que está destinada. En Biesse, a los clientes se les presenta una experiencia diferente: se dejan rodear por la tecnología, lo que distingue a Biesse en todo el mundo".
Demostraciones estándar y personalizadas: ¿cuáles son las diferencias entre ambas y a quién van dirigidas?
"Los clientes que ya son fieles a la marca Biesse suelen ver una demostración estándar, durante la cual se ilustran las características de la máquina, destacando sus puntos fuertes. Las demostraciones estándar son las más comunes, debido al hecho de que los tiempos de espera para éstas son cero, y son rápidas de configurar. Por el contrario, las demostraciones personalizadas se adaptan a las necesidades específicas del cliente, y pueden ser adaptadas en función de los diseños que se vayan a realizar y, a veces, de los materiales solicitados: todos estos factores influyen en los tiempos de realización. A menudo enviamos la muestra mecanizada directamente a las instalaciones del cliente, sin que éste tenga que venir físicamente a Pesaro. Los vídeos de demostración, que a menudo se proporcionan con la pieza mecanizada, tienen por objeto disipar cualquier duda sobre la compra que el cliente ha decidido hacer".
Ya sea que estén comprando su primera máquina o terminando su centésima compra, los clientes esperan ser guiados profesionalmente en su investigación.
"Es por eso que me gusta referirme a nuestro Centro Tecnológico como un gran laboratorio de experiencia. El 80% de los chicos que trabajan en la sala de exposición tienen experiencia previa de trabajo en el campo, y le dan un buen uso a este servicio de campo, en un ambiente donde el contacto con el cliente lo es todo. Estos clientes vienen a ti, haciéndote preguntas, y a menudo dibujan una línea o dos en una hoja de papel en blanco antes de volverse hacia ti y decirte: "Quiero realizar esta operación de mecanizado, ¿puede hacerlo la máquina?" El técnico de la sala de exposición debe saber leer las necesidades del cliente, y anticiparse a cualquier duda".